Las llaves térmicas, también conocidas como llave termomagnética, son unos aparatos construidos con la finalidad de proteger las instalaciones de circuitos eléctricos de sobrecalentamiento de las conexiones ante sobrecargas. Este dispositivo que mencionamos es de vital importancia al igual que un disyuntor diferencial, y aquí entenderás el porqué.
¡Protegen la red de circuitos de tu tablero, y hasta podría salvarte a ti!
Exactamente como lo lees, al conformar parte de este sistema preventivo dentro de la caja eléctrica de tu domicilio cumple al pie de la letra su papel fundamental. Las llaves térmicas, al aumentar de forma exponencial la cantidad de potencia con la que fluye la corriente a través del circuito, se calienta, inhibe y corta el flujo de la misma.
Además, las llaves térmicas pueden reconectarse al circuito y reutilizarse, al contrario del fusible, que se deterioran al tener un solo uso. En caso de que se encuentren conectados mayor cantidad de dispositivos en comparación de lo la toma puede soportar, estas llaves térmicas impiden su colapso y evitan las posibilidades de ignición.
Para la instalación de estas llaves, se requiere que sea realizado por las manos de un profesional con experiencia dentro del área. Primero, porque todas estas líneas de conexiones eléctricas de tu hogar deben descargar a tierra por la seguridad de tu hogar y los tuyos. Y segundo, para asegurarte que el dispositivo instalado se encuentre en condiciones óptimas.
A pesar de que su instalación no es nada de otro mundo, gracias a que solo se trata de conectar los cables emergentes del disyuntor diferencia, es recomendable realizar lo anteriormente sugerido. Todo esto es debido a que se tienen que tener nociones teóricas para calcular el amperaje necesario.
¿Cómo calcular las llaves térmicas?
Cada dispositivo requiere de un valor de potencia predeterminado, la cual se conoce por una placa. Recalquemos que, la potencia dentro de la ecuación se denomina P, y está representada por la unidad Watt (W); la corriente se denomina I, y se está representada por el Ampere (A); y la tensión, que se denomina U, y es representada por el voltaje (V).
Deducir la potencia de las llaves térmicas es sencillo
Al entrar en materia, no es tan engorroso como parece, como se mencionó anticipadamente, los aparatos eléctricos tienen demarcadas una cantidad de potencia. A partir de allí es donde comenzaremos a recolectar los datos. Debes tomar en cuenta todos los dispositivos, y adicionarás los valores de cada uno, y se dividen por la tensión por la tensión.
El valor que nos dé el resultado es lo que vamos a relacionar con lo que sería la corriente que recorre o puede soportar. En pocas palabras, la ecuación quedaría de la siguiente forma. Por ejemplo: dentro de una habitación tenemos 15 lámparas esféricas, cada una con una potencia equivalente de 7W. El resultado de la sumatoria en general sería 105W.
Ahora, calculemos la corriente
Esta se cataloga por los Ampere, que es la unidad de intensidad. La ecuación vendría siendo la siguiente, I=P/U. Por lo tanto, al comprar una llave térmica debe estar basada en un número un poco más elevado al resultado de la ecuación. Todo ello porque ésta a puede cambiar a medida que transcurra el tiempo y el consumo aumente.
Toma esto en cuenta y nunca lo olvides, la Intensidad Nominal del Interruptor tiene que ser mayor o igual a la Intensidad máxima que puede soportar el circuito. Aparte, no es para nada recomendable instalarlos en serie, porque la cantidad de fusibles a utilizar serían mucho mayores.
Y para colmo, se necesitarían de estos fusibles uno antes y después de cada serie. Y como ya se había resaltado, estos aparatos su tiempo de vida útil se deterioran con rapidez y facilidad.